Imagen: Hipermediaciones.com
El Modelo semiótico-informacional de Umberto Eco y Paolo Fabbri (1967) explica desde el punto de cista de la semiótica cómo los medios de comunicación de masas afectan a las audiencias.
La semiótica o semiología es la ciencia que estudia los sistemas de signos (lenguas, códigos, señalizaciones…) y la relación o semiosis existente entre el signo, el sujeto emisor y el sujeto interpretante (receptor). El análisis semiótico se compone de tres perspectivas o niveles de estudio: Sintáctico, Semántico y Pragmático.
Un concepto fundamental en el modelo semiótico-informacional es el decodificación entendida como las diferentes maneras que las personas dan sentido a los mensajes que reciben. Se parte de una premisa: la decodificación que el receptor haga del mensaje puede ser muy diferente a cómo el emisor lo codificó. Es decir, el mensaje recibido pueda ser interpretado de forma diferente a lo que el emisor quería decir, esta interpretación recibe el nombre de decodificación aberrante.
Causas de la ‘decodificación aberrante’:- El receptor desconoce totalmente el código. El mensaje no sufre descodificación, es solo ruido.
- El receptor conoce mal el código del emisor. Ocurre mucho entre emisores y receptores socioculturalmente distintos.
- El mensaje no se entiende a causa de interferencias circunstanciales. Por ejemplo, cuando los códigos se conocen pero cada uno interpreta el mensaje según sus creencias.
- Se rechaza el mensaje porque se deslegitima al emisor. Aunque hay una completa comprensión, las creencias y circunstancias están en oposición al mensaje y se produce una distorsión voluntaria llamada ‘guerrilla semiológica’ (decodificación aberrante intencionada).

El modelo semiótico-informacional permite analizar la comunicación no solo como transmisión de datos, sino como un proceso de creación de significado. Su utilidad está en mejorar la efectividad de los mensajes, asegurando que los signos elegidos realmente sean comprendidos por el receptor dentro de su contexto.
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