De entre todos los temas, escenarios y personajes posibles, que son muchos, los medios de comunicación de masas eligen aquéllos que por razones económicas (ventas, expansión, audiencia), políticas (intereses y estrategias de grupo) o sociales (creencias, valores, tradiciones) consideran dignos de ser sometidos a un seguimiento informativo regular (1). De ahí que los mass-media:
- Desempeñen una función de estabilización e integración de roles, valores, normas y símbolos.
- Sean un importante instrumento para la socialización y la transmisión de valores, ya que muestran pautas de comportamiento de forma consciente o inconsciente, que se convierten en ocasiones en modelos de referencia para una sociedad. Y, de forma inevitable, acaban creando una “realidad” que afecta a nuestra visión del mundo y a su comprensión.
Por su parte, la publicidad no crea estereotipos humanos aunque si los potencia y populariza. A este respecto, la publicidad se limita a recoger “tipos humanos” que existen en la sociedad y los refleja. Y, como es algo ‘extremista’, recoge aquellos en los que las personas salen menos favorecidos (personajes insólitos o raros) o aquellos en los que aparecen más favorecidas (personajes famosos, modelos...).
(1) Bach, M., Altés, E., Gallego, J., Plujá, M., y Puig, M: El sexo de la noticia. Icaria Editorial, Barcelona, 2000
http://www.theguardian.com |
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